Una sensación aparece en la boca del estomago, son cosquillas que hacen evocar al ser que roba pensamientos, ocupando momentos valiosos de productividad, ya sea laboral, familiar o para proyectos, entre otros… pero, aquellos momentos preciados en los que se debe estar cultivando e invirtiendo en sí mismo, en los propios proyectos, pasan a un segundo plano…
Aquel que roba pensamientos, es una ilusión, por que todo esos pensamientos pasan a ser ilusiones, que en realidad no se condensan, solo piensa y piensa en él, imaginar que decir, si llamara, que ropa usar, si llegara con una invitación a salir, como actuar si…, que sentir si…, que responder si… si tal cosas o tal otra. En este tema se gasta horas y horas, maquinando situaciones, imaginando momentos perfectos, acomodando la personalidad a lo que el otro es, por que en ningún momento y en ninguno de esos pensamientos aparece el “si mismo”.
Cada minuto que pudo ser realidad, al final nunca se da, solo piensa y piensa, pero como se dice popularmente “del dicho al hecho hay un gran trecho…” Y así pasa, todo lo que imaginó nunca se da, o si llegarse a dar algo de lo previsto… una palabra, un gesto, no calculados puede desbaratar toda la magia. Muchos de los momentos que se planearon como perfectos, que requirieron de tiempo en planificarse y programarse, son las estrategia mas clara de aquel que desea robar los pensamientos, al punto, que dentro de todo este tiempo dedicado a proyectar, nunca se contempla un plan B o un plan C, no se tiene en cuenta, la opción de dedicar ese tiempo en autoconocimiento, y así, estar seguro de lo que se quiere, de poder discernir si esta persona que roba pensamientos, se adapta a lo que se es y no terminar adaptando todo y acomodando todo por el otro.
Es difícil, lo se… y mas cuando se esta a la expectativa de un amor en el que se ha patinado y patinado… Definitivamente la angustia, el desconsuelo, la desesperación, aparecen una y otra vez, retomando el inicio de este escrito: “Una sensación aparece en la boca del estomago, son cosquillas que hacen evocar al ser que roba pensamientos, ocupando momentos valiosos de productividad…”. Es un circulo vicioso, que SI se puede romper; el hecho de ser consiente de la situación, es la primera dosis del antídoto, comenzar a ocupar la mente y los pensamientos en otras cosas, en otros intereses; invertir los recursos en “si mismo” y no permitir que otro robe los propios intereses, son las dosis siguientes.
Es como cuando se tiene una posesión preciada, se cuida con sigilo, y busca que mejore o crezca cada día mas, pero, cuando alguien intenta invadirla o robarla, siempre se dispara una alarma; así deben ser los pensamientos, cuando ese ladrón de pensamientos intente invadirlos, se dispara la alarma, la policía o el justiciero llega para hacer frente y no permitir ninguna perdida, eso hago cuando escribo, no permito que roben lo mas preciado que tengo, mi identidad, independencia y felicidad, logrando combatir al LADRÓN DE PENSAMIENTOS