POR QUE SOLEDAD Y DEPRESIÓN?

Encontrar en la soledad y en la depresión, elementos para iniciar un modelo vital a seguir, es el logro de un proceso de Formación Afectiva y el punto de partida para contar muchas batallas ganadas hasta el momento frente a estas situaciones que cada día enferman nuestra existencia.

A veces se confunde la soledad con el hecho de estar solo y la depresión con sentirnos tristes, quiero desde mi propia experiencia mostrar la diferencia. Son los genes y los «memes» (conceptos, pensamientos, prejuicios, transmisible de un individuo a otro) determinantes en los pensamientos, sentimientos y actuaciones, de cada Escenario de Interacción, para este caso en particular en la familia, en los amigos y en el «yo».

La familia es el primer Escenario en de Interacción. Éste hereda, crea e infunde miedos que más adelante se ven reflejados en sentimientos de soledad y tristeza. Miedos escondidos en amores sobre protectores, que se expresan de diversas maneras y no permiten desarrollar un criterio fuerte ante la adversidad, dando como resultado sentimientos comunes entre los miembros de la familia.

La soledad viene disfrazada de muchas maneras: el orgullo, el machismo, la envidia, la infidelidad, la prepotencia, la sumisión y el silencio son algunos de lo que se puede vivir en el escenario familiar y que también disfrazan la tristeza que generan estas conductas en un deseo de estar solo para «supuestamente» protegerse y entrar en depresión.

Luego están los amigos, que se dan por la interacción con personas en los diferentes escenarios, que comparten algunos gustos, pasiones y creencias. Ellos con sus propios miedos reafirman esas ideas, prejuicios y estereotipos sociales, alejando cada vez más la idea de una mente sana y una vida placentera. ¿Serán ellos, los que se hacen llamar amigos, quienes minimizan su tristeza y soledad, generando el sentimiento en el otro?

Es entonces, cuando se inicia una batalla personal al querer entender que las recompensas que provienen de la relación con los demás no deben minimizar el maltrato o los sacrificios de una sola persona; que aquel que merece la inversión de los recursos emocionales y afectivos, es porque también está dispuesto a invertir, no es egoísta, no absorbe todo para después compensar con pequeñeces.

No es fácil dar el  paso y preferir estar solo; justificando el hecho de malgastar tiempo y pensamientos en personas que no lo valora. Es difícil dejar de justificar el maltrato minimizando situaciones que evidentemente son, en costo beneficio, dolorosas y desgastantes, que las recompensas, las cuales se magnifican para así entrar en el autoengaño, sintiendo una dosis adicional de beneficio a un sacrificio totalmente aditictivo.

«Matar las cucarachas» (combatir los genes y los memes) de los aprendizajes, lo inculcado en casa y de las experiencias, hace que afloren sentimientos de tristeza tan fuertes, que ese estado de soledad que se busca para auto conocerse, se vuelque a un estado de soledad, aparentemente crónico conductor de la depresión.

Se trata de derribar los muros de los miedos, darse cuenta que son de paja y que solo soplando se caen, y como dice Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.